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Mala Madre

Cuando me separé mis hijos eran muy pequeños y yo muy joven. Tenía en mi interior un mar de fondo de culpabilidad; de no ser buena madre. En aquel entonces en el que decidí salir de la relación destructiva que llevaba con mi pareja, mi estado emocional era bastante precario. Sentía que había fallado a mis hijos y a mi misma por no haberme y haberles podido dar una familia feliz. El error por mi inmadurez fue crear un ideal al respecto y claro me di de bruces con la realidad donde todas mis expectativas se vieron frustradas y esto me ocasionó mucho sufrimiento.

Al igual que idealicé la idea de formar mi “ familia feliz”, también había idealizado el hecho de ser madre , tenía que ser “ la madre perfecta “. Como el listón estaba muy alto jamás llegaba y la culpabilidad que sentía, hacía que tratara de compensar a mis hijos como para aliviar aquella situación y eso creaba más desequilibrio todavía.

Nuevamente a través de mi proceso interior pude darme cuenta de mis proyecciones y poner remedio. La idealización es una huida de la realidad, siempre sufres porque nunca llegas, y es entonces cuando te culpabilizas, culpabilizas a tu pareja y entras en bucle.

Aprendí que no hay ni madre ni padre perfecto!! Que lo hacemos lo mejor que sabemos y podemos, que en realidad hemos venido o elegido trabajar eso en esta vida, para la perfecta evolución de nuestras almas. Los errores de los padres son los que tenemos que atravesar y tenemos la ocasión para crecer en ello y liberar a las generaciones venideras .

Ahora que ya no hay vacío en mí que llenar, porque todas mis carencias que arrastraba de la infancia las he sanado y cubierto con amor, es cuando siento que no necesito nada, solo Amar plenamente y de una forma incondicional, y eso se refleja en la relación que ahora tengo con mis hijos que para mi: “Es perfecta“.

Encarna Marcos,


Amarabierta.


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